Juan, de La Bitácora del Sinciforma, dijo:
Con mucho retraso, haré algunos comentarios sobre la obra de Blanca Miosi titulada La Búsqueda. Digo con mucho retraso porque la leí hará cosa de dos meses y llevo casi todo ese tiempo pendiente de dedicarle unas líneas a esta obra.
Blanca Miosi, cuya bitácora es esta, es una escritora que ya publicó dos de sus obras en papel (La Búsqueda y El Legado) y que tiene en Amazon publicados, en total, siete libros, como puede verse aquí: Blanca Miosi en Amazon. Sus libros tienen gran éxito en Amazon y varios de ellos llevan ocupando durante meses los primeros puestos en las listas de esta tienda virtual. Ya había leído, en papel, El Legado y me gustó mucho. Ahora le ha tocado el turno, en digital, a La Búsqueda que es un libro con especial significado para su autora, ya que está escrito basándose en las experiencias de alguien muy querido para ella.
En primer lugar, resumo mi opinión: es un libro que me ha gustado mucho y que recomiendo a todo el mundo. La obra trata sobre la vida de un muchacho polaco que sufre el encierro en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Es una obra narrada en primera persona y basada en hechos reales, de ahí que la descripción de todo lo narrado resulta conmovedora y dotada de una precisión y un realismo que, a veces, se echa falta en libros que tratan esta época histórica o episodios de esa misma etapa, como la Guerra Civil Española.
Una cosa importante es que este no es un libro típico sobre el tema. Se debe a varios factores; uno de ellos, que el protagonista no sea judío. Y, también a que el paso del protagonista y narrador por el campo de exterminio es una parte de su vida. Una traumática y que arrastra toda la vida, pero no es una novela que se centre en esa cuestión. Blanca Miosi muestra en esta obra la misma habilidad empleada en El Legado para escribir historias que abarcan periodos muy dilatados en el tiempo aportando la información necesaria para que el relato no resulte pesado pero, tampoco, nos quedemos sin conocer la personalidad y los sucesos que vive el protagonista. Es una lectura que engancha, que resulta complicado dejar de leer y siempre acabas terminando dos o tres capítulos más de los que te habías propuesto.
Es, también, una historia con muy pocos, o ninguno, juicios en mi opinión. Los hechos se narran desde un punto de vista neutral y es el lector quien tiene que sacar sus propias conclusiones. El protagonista muestra su obvio desagrado frente al tratamiento al que le someten los nazis, pero también lo muestra hacia otras cuestiones abusivas provenientes de otras ideologías, lo que no es demasiado habitual. Sobre todo en España, se tiende a idealizar a un bando ideológico y a demonizar al otro, según sea tu ideología política... Eso no se encontrará en La Búsqueda, donde no se toma partido por ninguno de los dos bandos; en el libro se muestran las atrocidades cometidas por unos y por los otros, sin partidismos. Cosa que, por cierto, se agradece.
Lo que más me gustó de esta novela fue el final. En ese momento, comprendes por qué el libro se llama La Búsqueda y la culminación de la novela es excelente. Este recurso literario, de que el título de la novela cobre significado en un momento concreto de la narración es típico de la narrativa breve, y es complicado usarlo bien en novela, como se hace en La Búsqueda.
También hay otra cosa que me ha gustado mucho, aunque no tiene que ver con el libro en sí sino con los regalos que nos ofrece la autora relativos a la novela. Cuando la leáis (sólo cuando la leáis, no antes), podéis ver en esta entrada varias fotos auténticas de personajes que aparecen en la novela. Sí, las personas que aparecen en este libro existieron de verdad y estos eran sus rostros. Un testimonio histórico y un hermoso regalo que nos hace la autora.
Leed y disfrutad de este libro. A mí me gustó mucho.
Fotos de los personajes de "La búsqueda"
WALDEK Chłopiec, który przebaczył nazistom.
Después de un tiempo prolongado vuelvo a postear una noticia en este blog. Sucedieron varios eventos que me mantuvieron un poco alejada de ...
viernes, julio 27, 2012
viernes, julio 20, 2012
LA BÚSQUEDA, "una cautivante novela sobre la condición humana"
Copio este artículo publicado por Marlene Moleon en ERIGINAL BOOKS


La búsqueda: una cautivante novela sobre la condición humana
La búsqueda de Blanca Miosi, una novela sobre las sorpresas que nos da la vida, como diría John Lennon: “La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”.
Quiero confesar que me resistí por mucho tiempo a leer a Blanca Miosi. No por pensar que no fuera una buena escritora, sino porque sobre la temática de la Segunda Guerra Mundial no me gusta leer ficción.
Soy una estudiosa de esa fase histórica. He perdido la cuenta de todos los libros que he leído, desde los de Primo Levi, hasta las memorias del arquitecto Albert Speer (el mal llamado “nazi bueno”), y también los análisis posteriores de sociólogos, periodistas e historiadores, desdeSeduced by Hitler (LeBor and Boyes) hasta lo expuesto en la obra maestra de Eric Hobsbawm (Age of Extremes. The Short Twentieth Century).
¿Por qué ese interés en la Segunda Guerra Mundial? Dos razones. Mis abuelos era polacos (Vera Jackiewicz y Trofim Borodowski); sobrevivieron la guerra porque emigraron a Cuba. El resto de la familia que quedó en Europa murió. Fueron exterminados por los nazis en su aldea. También tenía –y aún tengo- la curiosidad de entender cómo funcionan las sociedades totalitarias, para poder comprender mejor las reacciones de las personas en el país donde crecí: Cuba.
Todavía algunos se resisten hoy a catalogar al régimen de Cuba como dictadura totalitaria, basándose en el hecho que fue una revolución popular. Es más o menos aceptable reconocer que las personas se equivocan, pero es menos común aceptar que los pueblos también se pueden equivocar. Los pueblos se equivocaron con Hitler, Stalin, Mussolini, Mao y Castro.
Dicho todo esto lo cierto es que empecé con muchas reservas la lectura. Me preguntaba por qué si se basaba en una historia real –la vida de su esposo- la escribió como novela. Esa decisión me la aclaró Miosi, más tarde: fue una recomendación de Alfaguara porque los testimonios no venden mucho.
Dicen que una persona envejece cuando pierde la capacidad de asombro de un niño. Grodek, el personaje principal de la novela La búsqueda, perdió su inocencia en los campos de concentración de Auschwitz y Mauthausen, pero eso fue sólo el comienzo de su azarosa existencia
LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD
Luego de esta larga introducción, sólo me queda decir que La búsqueda es una novela fascinante. Blanca logró captar la manera de pensar de Henry W. Jaszczuk cuando era un niño, sin que los sucesos posteriores empañaran lo que sintió en esos momentos. En un recuento cronológico muestra la inocencia ante los peligros de los bombardeos a Varsovia y el impacto –casi admiración- que tuvo sobre él la aparición del ejército alemán cuando finalmente ocupó la ciudad.
La verdadera historia comienza despues que Grodek sale de Auschwitz y Mauthausen, y en eso precisamente consiste la magia de este libro: cómo se logra mantener el interés del lector luego que sobrevive lo que evidentemente fue la etapa más dura de la vida del protagonista. “Había perdido casi completamente la capacidad de tener sentimientos, ésa fue la peor consecuencia de mi cautiverio”, expresa Grodek.
Alguien pudiera suponer que al conocerse en las primeras páginas que Grodek había logrado sobrevivir al campo de exterminio la exposición perdería el principal motivo de interes del lector. Pero en realidad es la vida misma la que tiene que enfrentar después de aquella experiencia. El conflicto principal es la búsqueda de la felicidad, pero ocurren muchas y diferentes aventuras y contratiempos. Como dijera Forrest Gump “La vida es como una caja de chocolate. Tú nunca sabes lo que te va a tocar”.
UNA NOVELA SOBRE LA CONDICIÓN HUMANA
Hay personas que sufren situaciones terribles en la vida, y no lo logran superar. Viven el resto de sus días destilando odio o compasión por sí mismos. Nunca vuelven a levantarse. Muchos lectores han catalogado el libro de Blanca como inspirador porque Waldek Grodek no sólo sobrevivió a Auschwitz y Mauthausen, sino a la vida misma, y a pesar de todas sus tribulaciones, desterró el odio de su corazón: “Mi vida ha sido dura, me tuve que librar del odio o hubiese terminado odiando a todo el mundo”.
Perdonar es derecho exclusivo de la víctima. Waldek Grodek (Henry W. Jaszczuk) decidió perdonar. Era su derecho, y tal vez esa decisión es lo que le permitió que sobreviviera todo lo que vivió después de su estancia en el campo de concentración. Es difícil perdonar ¿quién lo duda? Eva Mozes Kor, una víctima del Holocausto fue criticada por su decisión de perdonar a los nazis que asesinaron a su familia y, en particular, al Dr. Josef Mengele, que experimentó con ella y su hermana gemela, Miriam Mozes (Forgiving Dr. Mengele).
UNA EXCELENTE NARRADORA
La historia de Henry W. Jaszczuk es fabulosamente rica, pero habría quedado como un libro más de los millones publicados si Blanca Miosi no se hubiera empeñado en escribir una narración que atrajera al lector. Luego de una primera versión que fuera rechazada “porque los testimonios no son tan comerciales”, estuvo reescribiendo la historia por cuatro años.
La búsqueda lleva más de 26 semanas entre los libros más leídos en español en Amazon a un precio que oscila entre $0.99 a $1.50 como libro electrónico. Su autora lo ofrece a un precio barato porque en definitiva, como sabiamente proclamara en 1759, Samuel Johnson, el hombre de letras más distinguido de la historia inglesa: “Un escritor sólo comienza un libro. Un lector lo termina”.
jueves, julio 05, 2012
Reseña en LIBROS QUE VOY LEYENDO: "LA BÚSQUEDA"
Mi novela "La búsqueda", que fue publicada en el 2008 en formato impreso por Editorial Roca, está en Amazon en formato digital desde hace nueve meses durante los cuales se ha mantenido en los primeros lugares, primero en USA, en donde sigue el primer lugar del ranking americano desde hace nueve semanas y ahora en España, en los primeros lugares del top 100.
El blog Libros que voy Leyendo hizo una reseña que creo merece la pena compartirla desde aquí:
Impresiones
Hace tiempo que descubrí a Blanca Miosi a través de otros blogs, pero hasta ahora no había tenido la ocasión de leer ninguna de sus obras. Empecé por “La búsqueda”, una novela cuyo argumento me atrajo desde el primer momento y que me pareció la más adecuada para acercarme al estilo de la autora; os puedo asegurar que no me equivoqué, la lectura de este libro me ha encantado.
La búsqueda es la historia de Waldek Grodek, un pequeño polaco de apenas diez años cuya apacible vida se ve interrumpida por la invasión alemana a Polonia. A partir de ese momento todo lo que conoce cambiará y nunca volverá a ser lo mismo.
He sentido de una forma muy intensa los horrores de la guerra, he visto a través de los ojos de Waldek el sufrimiento que le rodeaba y he sufrido a través de sus carnes las torturas, el hambre y las desgracias. No hay muchas novelas que puedan presumir de lograr eso. Pero es que además la historia no se centra solo en el holocausto, no, pues la vida de Waldek fue una vida vivida intensamente, con muchos giros del destino que nos sorprenden, alegran o aterran.
Es increíble la fuerza que tiene esta novela, capaz de arrastrarte a su interior y no soltarte hasta las últimas páginas. Waldek es un personaje muy vivo, real, cercano, entrañable y con muchas ganas de vivir, capaz de perdonar, olvidar y levantarse una y otra vez.
No quiero desvelaros nada, quiero que descubráis “La búsqueda” por vosotros mismos, que acompañéis a Waldek en la aventura de su vida, desde Polonia hasta Latinoamérica, sin descanso, tomando a su lado decisiones nunca fáciles. Esta novela me ha recordado a otra con la que también disfruté mucho, a “Dime quién soy” de Julia Navarro, aunque hay una gran diferencia entre ambas: el protagonista de “La búsqueda”, Waldek Grodek, existió y eso la dota de si cabe más valor.
Si aún no la habéis leído, ha llegado el momento de que lo hagáis, no os arrepentiréis.
viernes, mayo 18, 2012
La búsqueda: Un comentario de Marta Querol Benech
Marta Querol Benech, la conocida escritora autora del Best Seller El final del Ave Fénix, hizo un comentario en Amazon.es, acerca de la novela La búsqueda:
Comentarios como este se agradecen, proviniendo de una escritora tan reconocida. ¡Muchas gracias Marta!
"Preciosa novela narrada con una sencillez exquisita que nos lleva a través de algunos de los principales hitos de la historia del último siglo y el actual, de la mano de un personaje que se hace querer, Waldek Grodek, un niño polaco con una vida digna de ser contada. Desde el nazismo hasta las revueltas marxistas de hispanoamérica, pasando por la división de Europa, iremos viviendo situaciones conmovedoras unas, indignantes y dolorosas otras, divertidas y esperpénticas algunas (impagables los episodios de su relación con Juana) en una narración que termina con la misma potencia con la que empieza, y con el fantasma del nazismo sobrevolando toda la historia. Cuenta mucho, y lo cuenta bien, sin excesos de dramatismo o morbosidad, que la historia daba para ello. Aun así impresiona y golpea al lector, sobre todo el inicio y el final. Una novela que termina con un mensaje duro, difícil de asimilar aunque realista, que invita a la reflexión. Me ha encantado."
Comentarios como este se agradecen, proviniendo de una escritora tan reconocida. ¡Muchas gracias Marta!
lunes, abril 23, 2012
Mercedes Pinto nos habla de "La búsqueda"
Mercedes Pinto, es una escritora que conocí en Facebook, estoy leyendo su novela "Maldita" y pronto haré una reseña en mi blog Blanca Miosi y su Mundo. tuvo la gentileza de hacer un comentario de La búsqueda:
En estas últimas semanas he tenido la oportunidad de conocer las obras de varios escritores de Amazon. Tengo que deciros que estoy gratamente sorprendida, hay muchos y muy buenos. Como es el caso de Blanca Miosi.
Relata en primera persona la vida Waldek Grodek desde que con tan solo diez años los alemanes invadieran su país, Polonia. Con respecto al argumento no diré más, solo que está basada en hechos reales.Además de la historia en sí misma, que es verdaderamente estremecedora, lo que más me ha sorprendido de Blanca es su manera de contar, sin autocomplacencias a pesar de la dura trama, manteniendo la distancia justa entre ella y el lector para no adoctrinar. Blanca tiene la habilidad necesaria para respetar ese espacio que pertenece al lector, en el que reinventa sobre la historia que tiene entre sus manos.
“La búsqueda”, además de estar maravillosamente escrita, es una historia llena de episodios de nuestro pasado más reciente que no dejará indiferente a nadie.
He disfrutado, mucho; no me extraña que sus obras ocupen los primeros puestos en Amazon desde hace meses. Y he aprendido algo muy importante: en las plataformas digitales podemos encontrar historias tan maravillosas como bien contadas, de escritores con don y excelente oficio.
Un saludo y hasta muy pronto, amigos.
¡Muchas gracias, Mercedes, por haber leído mi novela!
En estas últimas semanas he tenido la oportunidad de conocer las obras de varios escritores de Amazon. Tengo que deciros que estoy gratamente sorprendida, hay muchos y muy buenos. Como es el caso de Blanca Miosi.
“La búsqueda"
Relata en primera persona la vida Waldek Grodek desde que con tan solo diez años los alemanes invadieran su país, Polonia. Con respecto al argumento no diré más, solo que está basada en hechos reales.Además de la historia en sí misma, que es verdaderamente estremecedora, lo que más me ha sorprendido de Blanca es su manera de contar, sin autocomplacencias a pesar de la dura trama, manteniendo la distancia justa entre ella y el lector para no adoctrinar. Blanca tiene la habilidad necesaria para respetar ese espacio que pertenece al lector, en el que reinventa sobre la historia que tiene entre sus manos.
“La búsqueda”, además de estar maravillosamente escrita, es una historia llena de episodios de nuestro pasado más reciente que no dejará indiferente a nadie.
He disfrutado, mucho; no me extraña que sus obras ocupen los primeros puestos en Amazon desde hace meses. Y he aprendido algo muy importante: en las plataformas digitales podemos encontrar historias tan maravillosas como bien contadas, de escritores con don y excelente oficio.
Un saludo y hasta muy pronto, amigos.
Si desean conocer el blog de Mercedes Pinto: SOY MI PALABRA
¡Muchas gracias, Mercedes, por haber leído mi novela!
martes, abril 10, 2012
La búsqueda, reseñada por "Libros que voy Leyendo"
El blog Libros que voy Leyendo hizo una reseña que creo merece la pena compartirla desde aquí:
Impresiones
La búsqueda es la historia de Waldek Grodek, un pequeño polaco de apenas diez años cuya apacible vida se ve interrumpida por la invasión alemana a Polonia. A partir de ese momento todo lo que conoce cambiará y nunca volverá a ser lo mismo.
He sentido de una forma muy intensa los horrores de la guerra, he visto a través de los ojos de Waldek el sufrimiento que le rodeaba y he sufrido a través de sus carnes las torturas, el hambre y las desgracias. No hay muchas novelas que puedan presumir de lograr eso. Pero es que además la historia no se centra solo en el holocausto, no, pues la vida de Waldek fue una vida vivida intensamente, con muchos giros del destino que nos sorprenden, alegran o aterran.
Es increíble la fuerza que tiene esta novela, capaz de arrastrarte a su interior y no soltarte hasta las últimas páginas. Waldek es un personaje muy vivo, real, cercano, entrañable y con muchas ganas de vivir, capaz de perdonar, olvidar y levantarse una y otra vez.
No quiero desvelaros nada, quiero que descubráis “La búsqueda” por vosotros mismos, que acompañéis a Waldek en la aventura de su vida, desde Polonia hasta Latinoamérica, sin descanso, tomando a su lado decisiones nunca fáciles. Esta novela me ha recordado a otra con la que también disfruté mucho, a “Dime quién soy” de Julia Navarro, aunque hay una gran diferencia entre ambas: el protagonista de “La búsqueda”, Waldek Grodek, existió y eso la dota de si cabe más valor.
Si aún no la habéis leído, ha llegado el momento de que lo hagáis, no os arrepentiréis.
martes, marzo 20, 2012
La búsqueda, Blanca Miosi, una reseña de Mayte Esteban
A veces los libros llegan a uno por los caminos más insospechados. A veces están en un cajón de supermercado y los rescato, otras llegan en un correo electrónico, a veces el mismo autor me busca y me propone su lectura… Nunca prometo una reseña porque una vez reseñé un libro por compromiso y me sentí incómoda con el resultado. Me parecía que el hecho de que el autor hubiera puesto su confianza en mí merecía al menos una reseña que no hiciera daño, pero se me quedaron cosas en el tintero que querría haber contado. Las guardé por respeto pero me juré que no lo iba a hacer más. Nadie me paga por esto, no debo nada a nadie, por lo tanto tengo el derecho de decidir si cuento mis impresiones sinceras sobre una obra o no.
Dicho esto, podréis deducir que este es un libro que me ha gustado muchísimo. Contaré cómo llegó La Búsqueda a mis manos. Realmente fue tras una búsqueda. Mi hijo mayor vio la novela de Blanca Miosi en un blog y como es un apasionado de la Segunda Guerra Mundial el argumento le atrajo. El hecho de que Waldek Grodek, el protagonista, en el arranque del libro tuviera casi la misma edad que él despertó su interés inmediato. Me pidió que lo descargase de Amazon, pero no me gusta que lea en la tablet por costumbre, es pequeño y quiero cuidar su vista, y había visto que este libro de editó en papel en España. Me puse en contacto con Blanca y ella me indicó la manera de conseguir uno de los pocos ejemplares que quedan todavía. En la librería de Madrid que lo conservaba tuvieron un problema con el servidor de internet y cuando ya pensábamos que no lo íbamos a conseguir… ¡bingo! Recibí una llamada telefónica del librero. Al día siguiente estaba en nuestras manos. De eso hace tiempo pero he tenido que esperar turno en casa para leerlo.
Encaré la novela sabiendo desde el principio que lo que iba a leer no era ficción, sino la vida de alguien real y quiero decir que la sorpresa fue mayúscula, no sólo porque la narración no era un mero relato encadenado de sucesos. La trama de la vida de Waldek Grodek se sucedía, bien hilada, como en cualquier libro de ficción, posibilitándome, como lectora, un seguimiento de los hechos por un lado y un sentimiento de empatía con los sucesos por otro lado. Es que no es difícil, una vez que te sumerges en sus páginas, no sentirte en la piel del protagonista mientras está preso en los campos de extermino nazi, es imposible dejar de lado el hambre, las palizas porque sí, el sufrimiento y la impotencia que generan en alguien muy joven en ese momento la barbarie que está viviendo.
La narración, en primera persona, contribuye a acercar la historia. Sientes que el mismo Waldek te transmite sus miedos, sus pensamientos, su angustia y hasta su desconcierto. Vives con él sus experiencias vitales, sus amores y los éxitos que logra en su dilatada vida.
Superados los durísimos comienzos, la manera en la que Waldek se enfrenta a las situaciones que va encontrando en su vida hacía que cada vez más me imaginase una película. No me ha extrañado nada que Blanca se plantease a la ardua tarea de convertir la vida de su esposo en novela, porque lo que le fue pasando a lo largo de su vida lo merece. No creo que haya muchas más personas que hayan sobrevivido a los trabajos forzados en los campos de concentración y al atentado del 11 de septiembre en Nueva York, por mencionar sólo dos circunstancias de las muchas que aparecen en el relato.
No me gusta destripar los libros, me gusta saborearlos, quedarme con las sensaciones y transmitirlas para que seáis vosotros quienes, cuando la novela caiga en vuestras manos, la disfrutéis desde la perspectiva de algo nuevo. Yo, desde aquí, sólo os digo una cosa: merece la pena el tiempo que le dediquéis.
Al margen de lo que la historia relata, he tenido, como me pasa siempre que leo la vida de otro, la sensación de sentirme transportada a recuerdos propios. No tienen nada que ver con la guerra, por fortuna no he vivido nada de eso, pero una sola palabra despertó un recuerdo olvidado. La palabra es "cholo". Hace años, en cuarto de carrera, tuvimos una profesora de intercambio. Me siento un poco idiota por no recordar su nombre con claridad, creo que era Carmen, pero lo que sí recuerdo con intensidad es el apuro en el que mis compañeros y yo la pusimos. Mi profesora era peruana, vagamente recuerdo que venía de la Universidad Católica de Lima y le habían encomendado la misión de darnos clase, por un año, de geografía descriptiva de España. Cuando se presentó como peruana y nos habló del temario le pedimos que cambiase su objetivo, si era posible. Al fin y al cabo, los proyectos de geógrafo que éramos, teníamos bastante clara la geografía de nuestro país y desconocíamos todo sobre Perú. Se sorprendió y supongo que en el fondo le hicimos una faena, llevaba todo el verano preparando la asignatura, pero accedió. Durante un curso, Perú fue una asignatura de la que incluso me examiné. No me resultaba lejano nada de lo que me contaba Blanca en su novela de aquel país, recordé con nostalgia ciudades que nunca he pisado como Piura, Nazca o Iquitos (de donde era el marido de mi profesora) y cómo nos contaba, con pasión, lo que amaba a su país. Recordé que antes de eso no sabía que era el guano, ni que había sido crucial, en un momento determinado, para sacar la economía de ese país adelante. Oí hablar, de sus labios, por primera vez, del fenómeno del Niño.
Cuando Waldek se traslada a Venezuela, me pasó un poco lo mismo. Familiares míos, por cuestiones laborales, vivieron en Caracas muchos años. De hecho, una de mis primas que creció allí, sigue conservando el acento venezolano, muy gracioso si la escuchas al lado de sus hermanos, que tienen acento mexicano. Recordé las veces que mi tía María, que murió hace poco más de un año con 102, me contaba lo poco que le gustaba Caracas porque donde vivían no se podía pasear. Recordé como mi primo me decía que en las noticias sobre la guerra de Bosnia, a diario, nos hablaban de los muertos que eran siempre bastantes menos de los que había en Caracas en una semana cualquiera sin que el mundo le diera importancia a lo que allí estaba sucediendo.
Y, finalmente, Polonia. He visto montones de fotos de este país, explicadas con pasión por Iwona, la primera amiga que tuve en Segovia, que es polaca. Su pueblo está cerca de Cracovia y me contó cómo, de pequeños en el colegio, les llevaban a Auschwitz para que nunca olvidasen lo que allí pasó. Curiosamente, a ella lo que más le impresionó fue una habitación llena de gafas. Sintió que un estremecimiento recorría su columna vertebral cuando pensó en el destino que habrían tenido los propietarios de aquellas lentes.
Como ya he dicho, merece la pena la lectura de esta novela, por lo que cuenta y por su poder evocador. Porque, además, es una historia de superación personal.
¿Le daréis una oportunidad?
Dicho esto, podréis deducir que este es un libro que me ha gustado muchísimo. Contaré cómo llegó La Búsqueda a mis manos. Realmente fue tras una búsqueda. Mi hijo mayor vio la novela de Blanca Miosi en un blog y como es un apasionado de la Segunda Guerra Mundial el argumento le atrajo. El hecho de que Waldek Grodek, el protagonista, en el arranque del libro tuviera casi la misma edad que él despertó su interés inmediato. Me pidió que lo descargase de Amazon, pero no me gusta que lea en la tablet por costumbre, es pequeño y quiero cuidar su vista, y había visto que este libro de editó en papel en España. Me puse en contacto con Blanca y ella me indicó la manera de conseguir uno de los pocos ejemplares que quedan todavía. En la librería de Madrid que lo conservaba tuvieron un problema con el servidor de internet y cuando ya pensábamos que no lo íbamos a conseguir… ¡bingo! Recibí una llamada telefónica del librero. Al día siguiente estaba en nuestras manos. De eso hace tiempo pero he tenido que esperar turno en casa para leerlo.
Encaré la novela sabiendo desde el principio que lo que iba a leer no era ficción, sino la vida de alguien real y quiero decir que la sorpresa fue mayúscula, no sólo porque la narración no era un mero relato encadenado de sucesos. La trama de la vida de Waldek Grodek se sucedía, bien hilada, como en cualquier libro de ficción, posibilitándome, como lectora, un seguimiento de los hechos por un lado y un sentimiento de empatía con los sucesos por otro lado. Es que no es difícil, una vez que te sumerges en sus páginas, no sentirte en la piel del protagonista mientras está preso en los campos de extermino nazi, es imposible dejar de lado el hambre, las palizas porque sí, el sufrimiento y la impotencia que generan en alguien muy joven en ese momento la barbarie que está viviendo.
La narración, en primera persona, contribuye a acercar la historia. Sientes que el mismo Waldek te transmite sus miedos, sus pensamientos, su angustia y hasta su desconcierto. Vives con él sus experiencias vitales, sus amores y los éxitos que logra en su dilatada vida.
Superados los durísimos comienzos, la manera en la que Waldek se enfrenta a las situaciones que va encontrando en su vida hacía que cada vez más me imaginase una película. No me ha extrañado nada que Blanca se plantease a la ardua tarea de convertir la vida de su esposo en novela, porque lo que le fue pasando a lo largo de su vida lo merece. No creo que haya muchas más personas que hayan sobrevivido a los trabajos forzados en los campos de concentración y al atentado del 11 de septiembre en Nueva York, por mencionar sólo dos circunstancias de las muchas que aparecen en el relato.
No me gusta destripar los libros, me gusta saborearlos, quedarme con las sensaciones y transmitirlas para que seáis vosotros quienes, cuando la novela caiga en vuestras manos, la disfrutéis desde la perspectiva de algo nuevo. Yo, desde aquí, sólo os digo una cosa: merece la pena el tiempo que le dediquéis.
Al margen de lo que la historia relata, he tenido, como me pasa siempre que leo la vida de otro, la sensación de sentirme transportada a recuerdos propios. No tienen nada que ver con la guerra, por fortuna no he vivido nada de eso, pero una sola palabra despertó un recuerdo olvidado. La palabra es "cholo". Hace años, en cuarto de carrera, tuvimos una profesora de intercambio. Me siento un poco idiota por no recordar su nombre con claridad, creo que era Carmen, pero lo que sí recuerdo con intensidad es el apuro en el que mis compañeros y yo la pusimos. Mi profesora era peruana, vagamente recuerdo que venía de la Universidad Católica de Lima y le habían encomendado la misión de darnos clase, por un año, de geografía descriptiva de España. Cuando se presentó como peruana y nos habló del temario le pedimos que cambiase su objetivo, si era posible. Al fin y al cabo, los proyectos de geógrafo que éramos, teníamos bastante clara la geografía de nuestro país y desconocíamos todo sobre Perú. Se sorprendió y supongo que en el fondo le hicimos una faena, llevaba todo el verano preparando la asignatura, pero accedió. Durante un curso, Perú fue una asignatura de la que incluso me examiné. No me resultaba lejano nada de lo que me contaba Blanca en su novela de aquel país, recordé con nostalgia ciudades que nunca he pisado como Piura, Nazca o Iquitos (de donde era el marido de mi profesora) y cómo nos contaba, con pasión, lo que amaba a su país. Recordé que antes de eso no sabía que era el guano, ni que había sido crucial, en un momento determinado, para sacar la economía de ese país adelante. Oí hablar, de sus labios, por primera vez, del fenómeno del Niño.
Cuando Waldek se traslada a Venezuela, me pasó un poco lo mismo. Familiares míos, por cuestiones laborales, vivieron en Caracas muchos años. De hecho, una de mis primas que creció allí, sigue conservando el acento venezolano, muy gracioso si la escuchas al lado de sus hermanos, que tienen acento mexicano. Recordé las veces que mi tía María, que murió hace poco más de un año con 102, me contaba lo poco que le gustaba Caracas porque donde vivían no se podía pasear. Recordé como mi primo me decía que en las noticias sobre la guerra de Bosnia, a diario, nos hablaban de los muertos que eran siempre bastantes menos de los que había en Caracas en una semana cualquiera sin que el mundo le diera importancia a lo que allí estaba sucediendo.
Y, finalmente, Polonia. He visto montones de fotos de este país, explicadas con pasión por Iwona, la primera amiga que tuve en Segovia, que es polaca. Su pueblo está cerca de Cracovia y me contó cómo, de pequeños en el colegio, les llevaban a Auschwitz para que nunca olvidasen lo que allí pasó. Curiosamente, a ella lo que más le impresionó fue una habitación llena de gafas. Sintió que un estremecimiento recorría su columna vertebral cuando pensó en el destino que habrían tenido los propietarios de aquellas lentes.
Como ya he dicho, merece la pena la lectura de esta novela, por lo que cuenta y por su poder evocador. Porque, además, es una historia de superación personal.
¿Le daréis una oportunidad?
Mayte Esteban,
lunes, marzo 12, 2012
Alex, un lector de doce años reseña mi novela La búsqueda
Alex es un niño de doce años hijo de una amiga mía: Mayte Esteban. Un lector avezado pese a su edad y que, como muchos de los que nos dedicamos ahora a la escritura lee con pasión. Lograron conseguir La búsqueda en versión impresa y copio aquí sus impresiones:
AUTOR: Blanca Miosi
TÍTULO: La Búsqueda.ILUSTRADOR: No tiene.
PÁGINAS: 320
RESUMEN
Waldek Grodek es un chico de 12 años que vive en Varsovia cuando estalla la Segunda Guerra Mundial. Le pilla en una casa de campo y su padre tiene que irse a la ciudad porque trabaja en el ayuntamiento. Tras pasar unos días en un refugio decide salir y le pilla un bombardeo del que sale vivo. Cuando finalmente salen del refugio Hitler ya había tomado toda Polonia y él incluso le ve en un desfile. Cuando cumple 13 años decide apuntarse a un grupo de la resistencia polaca llamado A.K. que significa resistencia no comunista. Un día deciden quedar sus amigos y él en un campo para practicar el dominio de las armas. Los nazis los pillan y les llevan a un interrogatorio donde les dan una gran paliza. Les llevan a una prisión donde pasan unos meses condenados a muerte, pero el día que dicen su nombre los llevan a un campo anexo a Auschwitz. Pasan unos meses y los trasladan a otro campo, Mauthausen-Gusen. Allí un oficial nazi lo protege muchos días en la cadena de montaje de aviones y le da comida. Recibe cartas de su padre con puntos encima de las letras y cuando recoloca esas letras puede saber lo que pasa en el mundo.
Aguanta hasta que se acaba la guerra y cuando está en el hospital recuperándose decide alistarse en el ejército americano, con los tanques. El primer día un niño dispara un obús contra su tanque y le parte la tibia. Cuando vuelve al hospital un médico nazi le recupera la pierna que podía haber sido amputada. Sólo necesitó un hueso de una persona de su mismo grupo sanguíneo. Vuelve a Varsovia donde encuentra su casa destruida y entre los escombros encuentra una nota de su madre que le dice que se han ido a Praga con su abuela. Le cuentan que creen que su padre está muerto pero él les dice que ha recibido cartas suyas y al final de dos semanas aparece.
Le regala una moto y una especie de taxi antiguo donde traslada personas y trabaja olvidando sus estudios. Su padre se enfada con él y deja de hablarle. Al final vuelve a estudiar y las prácticas las hace en Alemania con su amigo Stefan. Su tía Nelly le consigue unos billetes a Perú, donde había querido ir siempre. Empieza a trabajar y una amiga suya se muere. Una mujer lo acusa de violación y tiene que vivir con ella casi diez años sin poder apartarse mucho de ella porque si no iba a la cárcel. Se tuvieron que casar. Tiene un hijo, Henry, al que no ve porque su madre lo mantiene apartado de él. Waldek tiene unas plantaciones de algodón en las que consigue mucho dinero. Cuando se separa de esa mujer, por fin, empieza a trabajar con un árabe que vende telas y después conoce en una exposición de arte a una mujer con la que se casa. Él cree que se llama Helga pero no es así. Su jefe, Keller, le da una nota diciéndole que se ha ido del país. Resulta que Keller tampoco es su nombre real, sino que se llamaba Köing y fue oficial en Mauthausen-Gusen. Firma un trato y se queda con todo el dinero de Keller y este desaparece. Sólo tiene que ingresarle el dinero en una cuenta. Se da cuenta de que los que persiguen a su jefe y a su esposa son judíos que intentan encarcelarlos. Después de unos años se va a Venezuela y Helga regresa. Se vuelve a casar y tras dos años asesinan a Helga. Cristina, su hermana, le dice que vaya a Ginebra a cobrar unas indemnizaciones por haber estado en los campos de concentración.
Decide irse a vivir a los Estados Unidos y al poco de llegar tiene una cita con una señora en una de las torres gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Con casi 80 años consigue sobrevivir y tranquilizar a varias personas con las que baja las escaleras y sale de la Torre Norte. A los pocos minutos se oye otro estruendo y ve por la televisión de una cafetería el segundo impacto de avión en la otra torre.
Decide volver a Venezuela y se une a unas manifestaciones contra Hugo Chavez. Recibe una carta de su hermana diciendo que su madre ha muerto a los cien años.
OPINIÓN PERSONAL
Me ha encantado el libro, lo he leído devorándolo, aunque me han regañado un poco por quedarme leyendo hasta la madrugada. Ha sido muy difícil resumirlo porque le han pasado tantas cosas que hasta alguna creo que se me ha olvidado. Me sorprende que un hombre haya tenido una vida tan intensa. Lo que más me ha sorprendido es que corriera con 80 años por salvar su vida en Nueva York. Ahí comprende que ha acabado su búsqueda. Yo creo que buscaba la felicidad pero se ha dado cuenta de que es imposible que en el mundo haya siempre paz y felicidad.
De todos los libros que me he leído es el que más me ha gustado. Ahora quiero leer El legado.
Si desean entrar a su blog: http://taekwondo-alex.blogspot.com/
domingo, febrero 26, 2012
Una reseña de La búsqueda en la revista Siempre Mujer, USA
La búsqueda, de Blanca Miosi
por: Ruben Cazalet
La búsqueda es un relato basado en hechos reales. Es el homenaje a Henry W. Jaszczuk, un hombre bueno en el sentido más amplio de la palabra, cándido de niño, intrépido cuando adolescente, heroico, sin rencores por la sobrecogedora historia que vivió, al ser humano generoso que comparte su drama como aviso a la fragilidad del cauce de la vida.
La búsqueda, a preguntas sin respuesta, dirige a Henry W. Jaszczuk por varios rincones del mundo hasta encontrar solaz al lado de su esposa, autora de esta narración amorosa, sentida, elocuente. Es una invitación para celebrar la calidad del ser humano ante los más cruentos sucesos, y reflexionar por qué es capaz de resurgir de los más densos pantanos como un ganso salvaje y remontarse a la grandiosidad del horizonte, agraviado; sin embargo, ileso.

El mundo plácido entre la casa de campo en Dabrowka y el hogar en Varsovia termina abruptamente con la invasión del ejército alemán. Waldek casi adolescente decide participar en la resistencia polaca A.K. Es apresado y enviado a los campos de concentración de Auschwitz y Mauthausen, de los 14 a los 18 años, hasta que los aliados liberan Polonia.
La saga de Waldek apenas comienza.
La pluma de la autora, Blanca Miosi, es desgarradora al narrar los horrores de la guerra, lo mismo es panorámica por la nitidez cuando nos trasporta a través de los escenarios donde se desarrolla esta historia, afectiva por la manera en que le da vida a los personajes con voces definidas. Un libro para leerse más de una vez, para aprender de la épica del ser humano.
domingo, enero 15, 2012
La búsqueda: Historia y Testimonio, por Fernando Hidalgo
Antes de abrir La búsqueda conviene que el lector sepa qué es lo que tiene entre manos. Una novela, sí, pero no una novela cualquiera. La búsqueda está basada en la biografía de alguien muy cercano a la autora: su esposo. ¿Y qué tuvo de especial la vida de su esposo para inspirar un novela? El fue, entre los catorce y los dieciocho años, uno de los internados en los campos de concentración nazis de Auschwitz y Mauthaussen. No por judío, que no lo era, sino por participar en la resistencia polaca, su país de nacimiento.
Esta circunstancia da a La búsqueda el valor de un documento histórico. La primera mitad de la obra, aunque novelada, se ajusta fielmente a la realidad. En el blog de la autora se puede ver fotografías reales de los escenarios y personajes: de Waldek, de su amigo Stefan, de doña Sofía, de la tía Nelly, hasta de la ardiente italiana del Americo Vespuci, de la cabaña donde Waldek fue apresado, de la perra Aza... Todo ello tan familiar para quien haya leído la novela. Casi no podía creerlo, después de haberlo tomado por pura fantasía. En la segunda mitad hay algo más de trama imaginada, pues se extiende a lo largo de los siguientes cincuenta años.
La búsqueda es por ello una novela excepcional, una experiencia única pues sabemos que lo que se cuenta es verdad, y fue tal como se cuenta. Cómo un niño de nueve años pasó de jugar en el jardín de su casa a vivir en una Varsovia ocupada, algo después a entrar en un campo de exterminio, a trabajar como un esclavo en otro, a ser liberado --paradójicamente el momento más peligroso fue cuando el campo quedó sin control, tras la huida nazi--, a enrolarse en las tropas americanas... Contado en primera persona, conociendo de primera mano las sensaciones, los pensamientos, el día a día y las claves para la supervivencia. Y todo ello, por supuesto, marcando el resto de su vida. Una vida azarosa en la que, según sus propias palabras, "hay demasiada injusticia para intentar pasar cuentas".
Waldek, el protagonista, tardó cincuenta años en decidirse a contarlo. No ha de ser fácil reencontrarse con esos recuerdos. Pero debían ser contados y tuvo el valor de hacerlo. Lamentablemente él murió en 2010, aunque para todos los lectores de La búsqueda vivirá eternamente en nuestra memoria.
Esta circunstancia da a La búsqueda el valor de un documento histórico. La primera mitad de la obra, aunque novelada, se ajusta fielmente a la realidad. En el blog de la autora se puede ver fotografías reales de los escenarios y personajes: de Waldek, de su amigo Stefan, de doña Sofía, de la tía Nelly, hasta de la ardiente italiana del Americo Vespuci, de la cabaña donde Waldek fue apresado, de la perra Aza... Todo ello tan familiar para quien haya leído la novela. Casi no podía creerlo, después de haberlo tomado por pura fantasía. En la segunda mitad hay algo más de trama imaginada, pues se extiende a lo largo de los siguientes cincuenta años.
La búsqueda es por ello una novela excepcional, una experiencia única pues sabemos que lo que se cuenta es verdad, y fue tal como se cuenta. Cómo un niño de nueve años pasó de jugar en el jardín de su casa a vivir en una Varsovia ocupada, algo después a entrar en un campo de exterminio, a trabajar como un esclavo en otro, a ser liberado --paradójicamente el momento más peligroso fue cuando el campo quedó sin control, tras la huida nazi--, a enrolarse en las tropas americanas... Contado en primera persona, conociendo de primera mano las sensaciones, los pensamientos, el día a día y las claves para la supervivencia. Y todo ello, por supuesto, marcando el resto de su vida. Una vida azarosa en la que, según sus propias palabras, "hay demasiada injusticia para intentar pasar cuentas".
Waldek, el protagonista, tardó cincuenta años en decidirse a contarlo. No ha de ser fácil reencontrarse con esos recuerdos. Pero debían ser contados y tuvo el valor de hacerlo. Lamentablemente él murió en 2010, aunque para todos los lectores de La búsqueda vivirá eternamente en nuestra memoria.
sábado, octubre 01, 2011
Una carta de una lectora octogenaria
Mi muy querida y
admirada Blanca:
No
tienes idea del placer que me has proporcionado con la lectura de tu magnífico
libro «La búsqueda» el cual al mismo tiempo me dio a conocer al maravilloso personaje que
fue nuestro vecino Henry, tu esposo.
No
logro saber dónde estás tú en esa biografía; no sabía que él estuvo en el ataque
a las torres de gemelas, debió ser de terror.
Me
hizo gracia saber que un hombre tan serio como yo lo veía, haya tenido tantos
amores, ¡era un romántico! ¿Quién lo hubiera pensado?
El
relato tiene momentos desesperantes por la crueldad nazi que él vivió, asimismo
me hizo reír la ocurrencia del que se pintó un termómetro en el pene. Hay pasajes sorprendentes. Tu forma de relatar, sencilla y clara al
mismo tiempo me apasionó desde que comencé a leer hasta el final. Te diré que tengo costura, tejido y cosas de
la casa y todo lo dejé en espera por leer, leer y leer.
Mis
felicitaciones, y me siento honrada de que me hayas considerado digna de leer y
entender tu magnífica prosa.
Hoy me siento
orgullosa de haberlos conocido y siento no haber estado más en contacto con
ustedes.
Con gran cariño te doy
las gracias y te deseo continúen tus éxitos,
Tuya,
María Josefina Vegas.
María Josefina Vegas es una octogenaria vecina
nuestra, (ahora mía) a quien conozco desde hace muchos años. Nuestra amistad ha sido siempre superficial,
pues nunca tuvimos oportunidad para afianzarla, como ocurre en la mayoría de
los casos con personas que viven cerca de nosotros y a los que saludamos
diariamente sin saber qué más hay detrás de ellas.
Al fallecer Henry, hubo un acercamiento por esa
causa y terminamos hablando de libros; fue cuando me enteré que le encantaba
leer y le presté la novela La búsqueda. Me
la entregó cuatro días después, con una nota que es la que he transcrito
arriba.
Desde aquí le doy las gracias, y estoy segura
de que Henry también hubiera estado encantado de saber que leyó la novela, que
está basada en su vida, una vida fuera de lo común, tanto, que para una gran
editorial valió la pena publicarla.
miércoles, agosto 31, 2011
Nuevo comentario de LA BÚSQUEDA
Un nuevo comentario de mi novela LA BÚSQUEDA. Esta vez conocí al lector a través de Twitter, y descubrí a un excelente ser humano.
"ADVERTENCIA: No voy a ser objetivo en este comentario, sencillamente porque se han dado ciertos hechos en relación con esta lectura que me impiden serlo. Pero aún siendo de otro modo, la valoración, en lo que a la novela estrictamente se refiere, no cambiaría en modo alguno. Punto y aparte es el contexto que ha rodeado mi experiencia con este libro"
Si desean leer más, solo tienen que ir aquí: Xavier Calpena
¡Muchas gracias, Xavier!
domingo, agosto 21, 2011
NOVEDADES DE "LA BÚSQUEDA"
¡LA BÚSQUEDA: Puesto 6 entre 359 libros ficción histórica AQUÍ !!
Y AHORA CON NUEVA PORTADA PARA SU VERSIÓN EN 24SYMBOLS:
¡CON FOTOS AUTÉNTICAS! EN PRIMER PLANO: WALDEK, EL PROTAGONISTA DE LA NOVELA.
Para mí ha sido muy satisfactoria la incursión en Kindle, La búsqueda ocupa un lugar relevante en categoría Ficción, Literatura, Aventuras, Histórica... Doy las gracias desde aquí a todos quienes se han interesado en leerla, estoy segura de que a Waldek le hubiera gustado enterarse.
¡A partir de los próximos días estará disponible gratis en 24symbols y podrán leerla haciendo un clic!
¡Me despido hasta la próxima novedad!
Blanca Miosi
Y AHORA CON NUEVA PORTADA PARA SU VERSIÓN EN 24SYMBOLS:
Para mí ha sido muy satisfactoria la incursión en Kindle, La búsqueda ocupa un lugar relevante en categoría Ficción, Literatura, Aventuras, Histórica... Doy las gracias desde aquí a todos quienes se han interesado en leerla, estoy segura de que a Waldek le hubiera gustado enterarse.
¡A partir de los próximos días estará disponible gratis en 24symbols y podrán leerla haciendo un clic!
¡Me despido hasta la próxima novedad!
Blanca Miosi
miércoles, agosto 17, 2011
Estos días han sido un poco atropellados, ¿la razón? estoy poniéndome al día con la tecnología. Por mucho tiempo me resistí al Facebook, y estoy allí. Me aferré a mi querido blog y creí que era a lo más que podía llegar en este asunto de "redes sociales"; ahora no solo estoy en Facebook, también en Twitter, y por si fuera poco, ¡mis libros se venden por Kindle! , no conforme con eso, los están publicando por una novedosa plataforma llamada 24symbols, en donde dos de mis novelas por el momento, pues habrá más sorpresas, se pueden leer absolutamente gratis. Lo único que tienen que hacer es un ¡Clic! y listo.
No, si la tecnología me alcanzó y creo que no soy la única. Me olvidaba: participo desde hace tiempo en foros literarios, Prosadictos y Letras entre Amigos. En ambos tengo amigos virtuales de quienes he aprendido mucho.
Mi experiencia en Kindle ha sido muy estimulante, hace un mes aproximadamente hice mi primera incursión y la verdad, no me arrepiento. Empecé con EL LEGADO, luego DIMITRI GALUNOV, ahora está LA BUSQUEDA y EL MANUSCRITO 1: El secreto. He tenido la suerte de estar desde el comienzo en buenos lugares de venta, y también de relevancia, en las diferentes categorías, y lo mejor de todo es que puedo sacarlas de Kindle cuando lo desee.
Algunos amigos me han preguntado si no corre peligro mi estatus como escritora al publicar por mi cuenta, y yo pienso que no. Soy una autora publicada por editoriales regulares, de manera que creo no tengo nada que probarme a mí misma. Hago lo que desea la mayoría de los escritores: publicar para ser leída. Fue el principal objetivo que me animó a hacerlo en el formato digital Kindle.
Las publicaciones por 24symbols sin embargo, sí deben pasar por la criba editorial, y pasó mi DIMITRI GALUNOV, como espero que pase también EL MANUSCRITO, y como dentro de unos días saldrá por ese portal LA BÚSQUEDA, con nueva portada, al igual que EL LEGADO.
Creo que Kindle es una magnífica opción para los autores que aún no han publicado, pero ojo: es una autopublicación, de manera que no existe un equipo que detecte fallas de edición, de manera que el material a subir debe estar muy bien revisado.
A los que se animen a publicar: ¡les deseo mucha suerte y éxito!
A los que se animen a comprar o leer mis libros: ¡Desde aquí las gracias de corazón!
Es todo por hoy, amigos, ¡hasta la próxima!
B. Miosi
No, si la tecnología me alcanzó y creo que no soy la única. Me olvidaba: participo desde hace tiempo en foros literarios, Prosadictos y Letras entre Amigos. En ambos tengo amigos virtuales de quienes he aprendido mucho.
Algunos amigos me han preguntado si no corre peligro mi estatus como escritora al publicar por mi cuenta, y yo pienso que no. Soy una autora publicada por editoriales regulares, de manera que creo no tengo nada que probarme a mí misma. Hago lo que desea la mayoría de los escritores: publicar para ser leída. Fue el principal objetivo que me animó a hacerlo en el formato digital Kindle.
Las publicaciones por 24symbols sin embargo, sí deben pasar por la criba editorial, y pasó mi DIMITRI GALUNOV, como espero que pase también EL MANUSCRITO, y como dentro de unos días saldrá por ese portal LA BÚSQUEDA, con nueva portada, al igual que EL LEGADO.
Creo que Kindle es una magnífica opción para los autores que aún no han publicado, pero ojo: es una autopublicación, de manera que no existe un equipo que detecte fallas de edición, de manera que el material a subir debe estar muy bien revisado.
A los que se animen a publicar: ¡les deseo mucha suerte y éxito!
A los que se animen a comprar o leer mis libros: ¡Desde aquí las gracias de corazón!
Es todo por hoy, amigos, ¡hasta la próxima!
B. Miosi
domingo, agosto 14, 2011
¡La búsqueda en primer lugar de ventas en Kindle!
LA BÚSQUEDA en Amazon Kindle: El primer lugar de ventas en la categoría Literatura-Ficción : Aquí
Desde hace poco más de un mes mi novela se está vendiendo por Kindle, y me ha deparado muchas satisfacciones. Quiero agradecer desde ya, a todas las personas que la leyeron. Esta obra tiene para mí un significado trascendente único.
Muy pronto estará en la plataforma 24symbols, donde podrán leerla gratis con un solo clic.
Aquí una opinión de un lector, que podrán encontrar en Kindle:
Esta circunstancia da a La búsqueda el valor de un documento histórico. La primera mitad de la obra, aunque novelada, se ajusta fielmente a la realidad. En el blog de la autora se puede ver fotografías reales de los escenarios y personajes: de Waldek, de su amigo Stefan, de doña Sofía, de la tía Nelly, hasta de la ardiente italiana del Americo Vespuci, de la cabaña donde Waldek fue apresado, de la perra Aza... Todo ello tan familiar para quien haya leído la novela. Casi no podía creerlo, después de haberlo tomado por pura fantasía. En la segunda mitad hay algo más de trama imaginada, pues se extiende a lo largo de los siguientes cincuenta años.
La búsqueda es por ello una novela excepcional, una experiencia única pues sabemos que lo que se cuenta es verdad, y fue tal como se cuenta. Cómo un niño de nueve años pasó de jugar en el jardín de su casa a vivir en una Varsovia ocupada, algo después a entrar en un campo de exterminio, a trabajar como un esclavo en otro, a ser liberado --paradójicamente el momento más peligroso fue cuando el campo quedó sin control, tras la huida nazi--, a enrolarse en las tropas americanas... Contado en primera persona, conociendo de primera mano las sensaciones, los pensamientos, el día a día y las claves para la supervivencia. Y todo ello, por supuesto, marcando el resto de su vida. Una vida azarosa en la que, según sus propias palabras, "hay demasiada injusticia para intentar pasar cuentas".
Waldek, el protagonista, tardó cincuenta años en decidirse a contarlo. No ha de ser fácil reencontrarse con esos recuerdos. Pero debían ser contados y tuvo el valor de hacerlo. Lamentablemente él murió en 2010, aunque para todos los lectores de La búsqueda vivirá eternamente en nuestra memoria.
¡gracias!
Desde hace poco más de un mes mi novela se está vendiendo por Kindle, y me ha deparado muchas satisfacciones. Quiero agradecer desde ya, a todas las personas que la leyeron. Esta obra tiene para mí un significado trascendente único.
Muy pronto estará en la plataforma 24symbols, donde podrán leerla gratis con un solo clic.
Aquí una opinión de un lector, que podrán encontrar en Kindle:
This review is from: LA BÚSQUEDA (Spanish Edition) (Kindle Edition)
Antes de abrir La búsqueda conviene que el lector sepa qué es lo que tiene entre manos. Una novela, sí, pero no una novela cualquiera. La búsqueda está basada en la biografía de alguien muy cercano a la autora: su esposo. ¿Y qué tuvo de especial la vida de su esposo para inspirar un novela? El fue, entre los catorce y los dieciocho años, uno de los internados en los campos de concentración nazis de Auschwitz y Mauthaussen. No por judío, que no lo era, sino por participar en la resistencia polaca, su país de nacimiento.Esta circunstancia da a La búsqueda el valor de un documento histórico. La primera mitad de la obra, aunque novelada, se ajusta fielmente a la realidad. En el blog de la autora se puede ver fotografías reales de los escenarios y personajes: de Waldek, de su amigo Stefan, de doña Sofía, de la tía Nelly, hasta de la ardiente italiana del Americo Vespuci, de la cabaña donde Waldek fue apresado, de la perra Aza... Todo ello tan familiar para quien haya leído la novela. Casi no podía creerlo, después de haberlo tomado por pura fantasía. En la segunda mitad hay algo más de trama imaginada, pues se extiende a lo largo de los siguientes cincuenta años.
La búsqueda es por ello una novela excepcional, una experiencia única pues sabemos que lo que se cuenta es verdad, y fue tal como se cuenta. Cómo un niño de nueve años pasó de jugar en el jardín de su casa a vivir en una Varsovia ocupada, algo después a entrar en un campo de exterminio, a trabajar como un esclavo en otro, a ser liberado --paradójicamente el momento más peligroso fue cuando el campo quedó sin control, tras la huida nazi--, a enrolarse en las tropas americanas... Contado en primera persona, conociendo de primera mano las sensaciones, los pensamientos, el día a día y las claves para la supervivencia. Y todo ello, por supuesto, marcando el resto de su vida. Una vida azarosa en la que, según sus propias palabras, "hay demasiada injusticia para intentar pasar cuentas".
Waldek, el protagonista, tardó cincuenta años en decidirse a contarlo. No ha de ser fácil reencontrarse con esos recuerdos. Pero debían ser contados y tuvo el valor de hacerlo. Lamentablemente él murió en 2010, aunque para todos los lectores de La búsqueda vivirá eternamente en nuestra memoria.
¡gracias!
jueves, febrero 24, 2011
Agustín toro Solís de Ovando (Venator)
Subo esta reseña en homenaje a mi recién desaparecido amigo Venator:
Leí la Búsqueda y no pude soltarla hasta terminar de leer la última página. No es sólo una crónica más de las desventuras de guerra, sino que refleja las vivencias y pensamientos de un ser humano, que de pronto se ve enfrentado a mundos que jamás pensó podían ocurrir. Vio al hombre tal cual era, sin caretas ni recubierto de su delgada capa de humanidad. Aún así, pese a que pierde muchas ilusiones, mantiene la esperanza de un mundo mejor.Llama la atención el enfoque vital y existencial de Waldek, quien con fina ironía, concluye su búsqueda cuando le entregan una misérrima suma de dinero como indemización de guerra, luego de un largo, despersonalizado y burocrático proceso.Recomiendo su lectura. Es una excelente novela que apasionará al lector de cualquier edad.
Te felicito Blanca,
Agustín Toro Solís de Ovando, amigo de foros literarios
¡Gracias Venator, donde sea que te encuentres!
lunes, febrero 07, 2011
Desde el Círculo de Escritores de Venezuela
He finalizado la lectura de la novela La Búsqueda , (Roca
Editorial. Barcelona. 2008) con un sentimiento de desolación. La autora es
Blanca Miosi, escritora peruana residente en Caracas y Miembro Activo del
Círculo de Escritores de Venezuela. He sufrido con Waldek Grodek, su
inolvidable protagonista el menosprecio y la crueldad, como víctima de dos de
los más terribles engendros del mal, el Nazismo y el Comunismo, movimientos
políticos inspirados por ideologías que buscaban la permanencia del poder
totalitario y la devastación y sometimiento del ser humano. Marcado por un sino
trágico, Waldek expresa su pasión por la vida mediante la capacidad que tiene
para adaptarse a las situaciones trágicas y una vez superadas, alcanzar
logros desarrollando brillantes proyectos.
El hilo narrativo de esta obra de ficción se
extiende entre dos hechos que simbolizan la violencia desmedida del Siglo XX,
la invasión de Varsovia por Adolf Hitler el 1º de septiembre de 1939 y la
explosión de las torres gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001.
Ambos hechos nos enfrentan a una de las mayores desgarraduras del alma
universal, al encarar la amenaza del terrorismo y del fanatismo, cuando son
usados como instrumento de destrucción y de muerte. Septiembre parece ser en
estas páginas, el mes más cruel, en amplia contradicción con el poema que
nombra a Abril.
Como transeúnte de esta centuria he recordado en
esta lectura de ficción, pero apegada al acontecer histórico, el drama del
hombre contemporáneo. La causa de este drama se debe sin duda a los males
acarreados a los habitantes de este planeta por los gobiernos
totalitarios. La peor de todas las consecuencias es la pérdida de las
cualidades indispensables para detentar la condición de ser humano: la
dignidad y la compasión junto a las restricciones a la libertad y a los
derechos fundamentales del hombre.
Waldek adolescente es apresado por su trabajo en
la resistencia contra los invasores alemanes, y llevado a un campo de
concentración. En las citas siguientes se testimonia lo expuesto anteriormente.
“Empezamos a comportarnos como animales desesperados
por sobrevivir, insensibles al dolor
ajeno…” (pag.69) “Había perdido casi completamente la capacidad de tener
sentimientos, esa fue la peor consecuencia de mi cautiverio. (pag.94-95).
En las situaciones límites, el hombre siempre
encuentra la esperanza que le impide caer en la inconsciencia. Si bien, el
narrador mantiene el relato de las vicisitudes que soportan quienes son
llevados por su credo, su nacionalidad o su posición política a los campos de
exterminio de una manera fiel al horror padecido, muestra también
las experiencias, que por instantes, devolvían a aquellos seres despojados
de toda esperanza, la fe en sí mismos.
Entre los personajes que ayudaron a mantener
encendida alguna luz entre tanta oscuridad está el Tío Romatowski, un
sastre polaco que confeccionaba los uniformes de los oficiales. El
animaba a los jóvenes a recibir clases al final de la jornada y repartía entre
los asistentes mendrugos de pan y otros alimentos a los que tenía acceso por su
trabajo. El protagonista expresa su opinión de la siguiente manera: ”El Tío
Romatowski me ayudó moralmente a conservar algo de humanidad.” (pag. Uno de los rasgos que me fascinaron
de quien relata la historia, es su hondo conocimiento de la condición
humana. El lector encara la historia del mal, pero no hay una línea que
separe “los buenos” de “los malos”. Existen pequeñeces,
incomprensiones egoísmo y maldad en personas del entorno cercano al protagonista,
amigos y familiares. Se señala también gestos de bondad y de grandeza entre los
opresores, entre los causantes del dolor y de la tragedia. Es en este
caleidoscopio de pasiones donde la novela toma una gran dimensión. El universo
que nos muestra la escritora, es el del mundo real. El siglo donde el hombre
caminaba al borde del abismo, en el claro oscuro de la vileza y de la
generosidad.
Para quien desde temprana edad había sufrido los
destrozos de la posguerra, la experiencia de los campos de concentración y una
fuga del recién levantado muro de Berlín, el cual abría una incisión en Europa
y en el mundo, no podía tener otro deseo diferente al de viajar para
residenciarse en un país de América del Sur. La visión que tenía este personaje
de este continente era la de un “Nuevo Mundo” conformado como paraíso terrenal,
con apacibles paisajes y sobre todo con la oportunidad de vivir en paz.
Aunque es en estas tierras donde desarrolla su
potencial profesional obteniendo el éxito económico, sin embargo las
traiciones, las injusticias, la depresión y la muerte lo llevaron nuevamente a
vivir situaciones dolorosas. Primero en Perú durante el gobierno
del General Odría quien repitió la formula de la izquierda radical, expropiando
y limitando las libertades individuales y arrastrando al país a la miseria y al
atraso. Huyendo de esta realidad Waldek Grodek se traslada a Venezuela, donde
es testigo de la conmoción social del 27 de Febrero de 1993. Se inicia con Hugo
Chávez una supuesta revolución socialista bajo las banderas del populismo y del
resentimiento La resistencia del pueblo desembocó en los fatídicos hechos de
Abril del 2002 cuando una gigantesca marcha fue sorprendida por francotiradores
que sembraron el pánico y la desesperación dejando las calles bañadas en sangre.
Cómo una serpiente que se come su propia cola, el
protagonista cierra su ciclo vital, no sin antes darnos una muestra de la
indiferencia del hombre posmoderno y de la ineficacia de las Instituciones
Internacionales. En memorable monólogo se duele de la fuerza que lo ha
impulsado a huir. Seguidamente reflexiona sobre la vocación de su vida y
rectifica. El jamás ha huido, desde los 14 años ha resistido al mal, se ha
enfrentado con valentía y coraje a las fuerzas que han desencadenado la
destrucción de la felicidad. Se hace una pregunta para la cual no hay
respuesta: “¿Qué clase de gen de maldad comparten Hitler, Stalin, Bin Laden y
otros muchos que han provocado y siguen provocando la desdicha de tantos
millones de personas? Y lo más extraño de todo ¿por qué tanta gente los sigue?”
(pag.316).
El retrato que hace la autora de los diversos
personajes, la descripción de los espacios y el excelente uso de la narración y
de los diálogos, enriquecen la estructura de la novela y le proporciona
verosimilitud e interés a la historia. Atributos que mantienen viva la atención
del lector. Literalmente devoré sus páginas sin poder abandonar aquel relato
que me tocaban muy hondo. Esta novela inspirada en la biografía de un
hombre perseguido por los signos de uno de los tiempos más
feroces, nos muestra el triunfo de la vida, del valor de los
sueños y del trabajo en oposición al odio, al poder desmedido causante del mal
y de la muerte.
Agradezco a Carmen Cristina Wolf, presidente del
Círculo de Escritores de Venezuela, el haber puesto en mis manos tan
excelente obra y reconozco en la pluma de Blanca Miosi, el oficio y la
integridad de un narrador con gran potencial. Sería interesante conocer al
personaje que inspiró estas páginas.
Lidia Salas
Poeta y crítico.
Caracas, Enero del 2011
*Lidia Salas es Magister en Literatura de la Universidad del
Atlántico, Colombia. Profesora de lengua inglesa, con una vasta obra poética
publicada e importantes reconocimientos.
martes, diciembre 21, 2010
De un personaje de novela y de un coche roncador
El erróneo concepto de «amor verdadero» nos acompaña desde que tenemos uso de palabra. Y no digo uso de razón, que si la tuviéramos con seguridad no diríamos semejante barrabasada, porque: ¿Qué amor no es verdadero? Al menos, es verdadero hasta que se demuestra lo contrario. En algún momento de nuestras vidas, casi todos, y no digo todos porque hay quienes tal vez no hayan experimentado ese sentimiento que hace que se encoja el estómago cuando pensamos en la otra persona; aunque bien podría ser que el sentimiento se extienda hacia algunos objetos, ¿por qué no?, se me acaba de ocurrir. Un coche, por ejemplo. ¡Ah! Yo sí tuve amor por mi Mustang Fastback Mach I. De un color verde metalizado, de asientos que casi llegaban al suelo, de su sonido poderoso, potente; un motor de trescientos sesenta centímetros cúbicos, ocho cilindros en V y doble tubo de escape. Rugía como un león cuando está contento, o mejor debería decir «ronroneaba», aunque los vecinos no estuviesen muy de acuerdo conmigo. El término exacto sería, como decía mi recordado Henry: «roncaba». Sí, señor. Mira, Blanca, de cero a 140 kilómetros por hora en diez segundos, y yo chillaba de alegría, eran épocas en las que no conocía el miedo.
El claxon no era el original, sino el de la película «Il sorpasso», con Vittorio Gasman, algo así como un bufido, escandaloso como el mismo ronquido. Otro aporte de mi querido Henry, más conocido en Polonia como Waldek, y a nivel universal y literario como Waldek Grodek. El coche primero le perteneció a él. Después, cuando sentó cabeza —tenía ya unos cincuenta y tres años—, me lo pasó a mí, pero no me lo obsequió, no. Él siempre decía que las cosas se apreciaban más cuando uno pagaba por ellas, y aunque yo no estaba totalmente de acuerdo, asentí con fervor, porque las facilidades eran extremas y me moría por poner mi pie en el acelerador del Mustang. Él se compró un Chevrolet Montecarlo, más acorde con su apariencia de muchacho maduro, y yo empecé a gozar de la vertiginosa velocidad de uno de mis «amores verdaderos». Tiempo ha pasado ya. ¿Veinte años?, no. ¿Veinticinco? ¿Treinta? Más, Blanca, por favor, si desde entonces has renunciado a tu trabajo, has abierto un taller de alta costura, has escrito varias novelas ¡y hasta tienes agente literario…! Cierto, Waldek.
Hoy, un día de diciembre del año 2010, me encuentro en una situación completamente diferente. Ya no más autos roncadores. Ahora prefiero el silencio. He descubierto que me gusta estar acompañada de música, y si es sinfónica, mejor. He empezado a apreciar la ópera y eso sí: jamás he dejado de leer. Mi biblioteca ya no tiene espacio donde colocar más libros y estoy pensando seriamente en transformar una pared de mi sala en otra biblioteca. Y es que soy una señora de sesenta años cumplidos —muchos dicen que no los aparento, pero son todos míos—, que requiere de un deporte más apacible que andar en un Mustang cortando el viento. Viejo amor que se fue hace años y no está más conmigo. Tampoco hoy está conmigo mi querido Henry. Se fue. Hay quienes piensan que a un lugar donde se van todos los buenos, los valientes, los héroes… porque Henry era un héroe, literalmente. Tenía una medalla de plata otorgada por el mismísimo ejército de los Estados Unidos de América, y no por haber combatido en la guerra de Vietnam, en la del Golfo o la de Irak. No, señor. Fue porque combatió contra los nazis en la II Guerra Mundial, la más conocida, y glamorosa de las guerras, si se pudiera acuñar ese término. O como dijera cierto personaje que no quisiera nombrar: «La madre de todas las guerras».
¿Amor verdadero? ¡Claro que conozco el amor verdadero! Lo siento en la sangre que corre por mis venas, en los recuerdos que apabullan mi mente, recuerdos de todos estos años vividos a plenitud al lado de un personaje de novela, y también cada vez que me siento a escribir y la emoción me lleva por derroteros que nunca sé adónde me conducirán, como cuando empecé a escribir esto. Creí que sería una tesis acerca de lo que significa el término «amor verdadero», y miren ustedes, ha resultado en un maremágnum de diferentes intensidades, como la música de Chopín, con su pequeño recortadito como si indicase alguna duda, para luego darse a fondo. Con todo.
Un amigo me dijo que debía dedicar a Henry una entrada especial en el blog, pues era un personaje literario. Creo que tenía razón. Pero sucede que cuando se trata de situaciones personales, es como cuando se es médico, no se puede operar a un familiar cercano, menos si se trata del marido. Solo puedo decir que mientras mis dedos recorrían las teclas con la cadencia armoniosa que me acompaña cuando las ideas fluyen sin esfuerzo, esa idea fue recomponiéndose en mi mente y esta entrada la dedico a mi inolvidable Henry, el Waldek Grodek que algunos de ustedes han conocido por mi novela La búsqueda, y otros porque lo conocieron a él. El de la sonrisa fácil, el Waldek de la mirada que nunca perdió ingenuidad ni en el último día de su vida.
Él siempre tenía una pregunta en los labios: ¿por qué yo? Y creo que era la pregunta que había en sus ojos la última vez que lo vi. Pero esta vez su interrogante no me hizo sonreír. Supe que esta vez tenía razón: ¿Por qué él?
De ahora en adelante ya no más de aquella sonrisa, ni de sus miradas ingenuas, de su asombro de niño, ni de su amada compañía. Muy atrás quedaron los escapes a la playa en el Mustang conducido por Henry a la velocidad del viento... Ya no más.
Adiós, Henry, Waldek, adiós amor mío… hasta que nos volvamos a encontrar.
Tuya, siempre,
Blanca
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